Un lugar idílico para visitar y disfrutar en las Rías Baixas es, sin lugar a dudas, El Parque de la Naturaleza del Río Barosa. Este espacio privilegiado está ubicado en la provincia de Pontevedra, concretamente en el ayuntamiento de Barro, en el camino portugués de Santiago.
Creado a finales del síglo XX para recuperar un lugar emblemático de la historia gallega en las Rías Baixas, que desde antaño supo combinar paisaje humanizada y paisaje natural.
Un fantástico espacio natural donde el Río Barosa se presenta como el principal protagonista.
Introduciéndonos un poco en la historia, nos remontamos a la época de los griegos y romanos, en la que ya hacían un buen aprovechamiento de la energía producida por el agua y fabricaban ruedas hidráulicas para moler el trigo.
Pero la sociedad esclavista de los tiempos impidió el progreso de la técnica, la utilización de esclavos y de la energía animal retrasaron la implantación y avance de este tipo de energía.
El molino de agua ya era conocido en el Imperio de Carlomagno, el cual fue considerado uno de los máximos impulsores del proto-Camino de Santiago.
El conocimiento técnico de los primero molinos pudo llegar a Galicia a través de estas nuevas relaciones con Europa.
A partir del siglo XII se generaliza la construcción de los molinos mejorando su rendimiento aumentando la capacidad de molido, determinado por el volumen del caudal y velocidad del agua. Se estima que desde el siglo XII hasta el XVIII hubo más de 500 mil molinos de harina en funcionamiento.
La introducción del molino de agua en Galicia trajo cambios muy importantes en los conocimientos técnicos de los primeros artesanos y la liberación de la mano de obra femenina.
Con una mirada hacia atrás vemos como en el discurrir por el río Barosa se contruyó una red de 17 molinos totalmente conectados e integrados en el entorno natural para poder aprovechar el poder del agua y formando, a su vez, este espectacular parque natural.
Agua, vegetación y piedra se unen para formar un paisaje excepcional creado por la naturaleza y aliñado de la mano del hombre. Podemos disfrutar de un hermoso salto o cascada de agua en donde el río Barosa salva casi 30 m en muy poca distancia. Sus 17 molinos de agua dispuestos a lo largo de las fervenzas forman, sin duda, un complejo único a lo que se une una hermosa y pequeña ruta de ascenso y descenso por la otra orilla. La mayor parte de los molinos fueron recuperados por la «Escola Obradoiro de Barro», además posee una área recreativa con mesas, fuentes, barbacoas y un pequeño bar en uno de los molinos restaurados por lo que la visita resulta más que interesante…
El suave susurro del discurrir del agua, el sonido del canto de los pájaros, el olor a roble, a musgo, y la luz del sol tamizada por las ramas de los árboles, nos proporcionan el disfrute de momentos de tranquilidad, sensaciones de paz, que nos anima a seguir el camino e ir descubriendo las sendas que nos llevan a cada molino, sentarse en los bancos que podemos encontrar en el camino y hacer fotos y más fotos porque mires donde mires, la belleza del paisaje es tal que es imposible no pararse a contemplarlo…
Hay lugares en Galicia que todos deberíamos conocer, lugares que por su belleza y su originalidad son únicos e irrepetibles y este es uno de ellos, combina a la perfección naturaleza y arquitectura popular y lo convierte en arte de una belleza única
¿Te lo vas a perder?
Galicia, mucho por conocer, mucho por disfrutar, mucho por vivir… Galicia no te dejará indiferente. ¡Siente Galicia!
Más información Barosa – Espacio Gastronatural – Barro (Pontevedra)
Relacionado
Deja una respuesta Cancelar la respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.