Disfrutar de Galicia, es saborear su gastronomía, recorrer sus parajes idílicos, vivir su cultura y también adentrarse y sentir su historia.
Desde Sanxenxo, nos dirigimos a un entorno totalmente espectacular en la provincia de Pontevedra, un lugar que nos permite trasladarnos a la época medieval. Es tiempo de hablar de caballeros y elegantes damas, de nobles y campesinos, de señores y vasallos, de trovadores que cantaban al amor cortés de la época medieval, es tiempo de hablar de castillos, de sus torres almenadas y puentes levadizos, castillos medievales que servían de refugio a los nobles señores de la época, castillos que guardaban en sus gruesos muros, historias de batallas y asedios, de pasadizos secretos y mazmorras, de caballeros enamorados suspirando por el amor de su dama.
Es tiempo de hablar de uno de los castillos medievales mejor conservados y más conocidos de toda Galicia, hablamos del «Castillo de Soutomaior», situado en un lugar privilegiado de la provincia de Pontevedra. Sus hermosos, magníficos y majestuosos jardines, unidos al castillo por un puente, conservan una flora centenaria con sus castaños de 800 años de antigüedad, hortensias y una variada colección de camelias, que convierten al castillo en un marco incomparable y muy apreciado en el que se celebran multitud de bodas y eventos.
Antaño este castillo medieval perteneció al Señor de Soutomaior conocido como «Don Pedro Madruga» y su construcción data del siglo XII. Sin embardo y a pesar de los siglos aún conserva esa apariencia de castillo medieval con su Torre de Homenaje, donde el señor del castillo tenía sus dependencias más altas que el resto del conjunto y el Patio de armas alrededor del cual se dispone la capilla y todas las demás estancias.
Los diferentes propietarios fueron añadiendo y renovando a su gusto y conveniencia por lo que en el castillo se aprecian distintas técnicas constructivas, la construcción de la «Galería de Damas» dota al castillo de un magnífico mirador sobre el patio de armas y le da una apariencia menos militar, que hace muy agradable su visita que se puede realizar en cualquier época del año.
Es tiempo de pasear por sus dependencias y que sus muros te cuenten su historia. ¡Ven y deja que te la cuenten!
Sedia-m´eu na ermida de San Simón,
e cercaron-mi as ondas que grandes son:
eu atend´o o meu amigo
eu atend´o meu amigo… !
«Cantiga de Mendinho»
Galicia, mucho por conocer, mucho por disfrutar, mucho por vivir… Galicia no te dejará indiferente. ¡Siente Galicia!