Monasterio de San Xoán de Poio

Un notable conjunto arquitectónico en el bello altozano que domina la ría de Pontevedra.

Consta de dos monasterios, el antiguo benedictino y el moderno, cuyas primeras obras datan de 1959. El antiguo fue abandonado en 1835 y sometido a una profunda restauración por los frailes Mercedarios, que lo ocupan desde 1890.

La tradición marca el siglo VII como posible fundación del monasterio, de la mano de San Fructuoso.

Gozó a lo largo de su historia de notable protagonismo, especialmente en los siglos XVI y XVII. En 1958 se convertiría, por privilegio de Carlos V, en Colegio Mayor de Teología, impartiendo sus enseñanzas en él, el padre Feijóo.

En su etapa mercedaria destaca los aspectos culturales, como las revistas Sal-Lux (1951-1968) y La Merced, la Schola Cantorum (1890-1968), el coro Ultreia de Canto Gregoriano, la Escuela de Mosaicos, la Escola de Canteiros, la Universidad de Verano, etc. En sus instalaciones se celebran anualmente numerosos congresos y reuniones, así como conciertos, exposiciones y todo tipo de manifestaciones artísticas.

La célebre Salve de Poio fue el acto religioso monacal mas emotivo de los sábados durante muchas decenas de años, en el que destacaban por su sencillo ritual y por su canto gregoriano.

Sin duda, hay que destacar su extraordinaria Biblioteca, formada por más de 80.000 volúmenes.

RECORRIDO POR EL MONASTERIO

  • Fachadas de la Iglesia y del Monasterio

Tallada en piedra de noble sillería, data del S.XVII, y se caracteriza por su esbeltez y airosa estructura. Flanqueada por dos elegantes torres barrocas, dividida en dos cuerpos, el dórico y el corintio, con columnas pareadas y frontón entrecortado. Destaca la abundante filigrana ornamental en los establamentos y en las hornacinas, donde se ven, en los vanos de las columnas, las imágenes de los apóstoles Santiago y Andrés, y en el centro la de San Juan Bautista.

La fachada es a todo lo largo del campillo, de traza sencilla, recordando su disposición la forma típica del pazo o casona gallega.

  • Iglesia

Renamiento puro, con elementos barros en las balaustradas del coro. En el punto central de la bóveda del crucero destaca un excepcional florón en donde está labrada la fecha de 1708, año en el que remataron las obras de edificación del templo.

Diez arcadas sobre pilastras compuestas sostienen la techumbre del templo. Los planos del mismo se deben a Juan Ruiz de Pamames, mientras que las obras fueron inicialmente dirigidas por el maestro Mateo López, quien comenzó su trabajo por la Capilla Mayor en el año 1581.

El pavimento de la iglesia, del año 1776, servía antiguamente para dar sepultura a los feligreses, de ahí que sus piedras estén numeradas y perfectamente cuadriculadas.

  • Retablo del Altar Mayor

Estilo barro y perteneciente a la Escuela Compostelana, fue contratado en 1631 por la comunidad con el entallador Bernardo Cabrera, conocido por distintas obras realizadas en Santiago y otras partes de Galicia. Tiene columnas salomónicas e interesantes y abundantes motivos orngamentales. Las imágenes son también de la época barroca, excepto la de la Virgen de la Merced que es relativamente moderna. Esta última, situada en el centro de la parte baja del altar, sustituyó a la de la Virgen de la Valvanera, bellísima talla que actualmente se puede contemplar en la Capilla del Cristo. En el centro del retablo, la imagen de San Juan Bautista, patrón de la iglesia, que tiene a su derecha, en la calle del Evangelio, a Santiago peregrino y a San Serapio y , a su izquierda a San Andrés y a San Pedro Armengol. Coronando el retralo se puede ver un Cristo crucificado de tamaño natural y, presidiendo todo el conjunto, la figura del Eterno Padre.

  • Capilla del Cristo

Antigua sacristia, de estilo gótico que data de 1556.

En el retablo del Santo Cristo destacan cuatro medallones en madera con tallas policromadas representando escenas de la pasión, coronándose el mismo con una cena de extraordinario realismo.

Los frontales, de gran valor, son de cuero cordobés con filigranas doradas a fuego. La talla de Nuestra Señora de la Valvanera, un original Sabrario adaptado a la figura de un pelícano y el sepulcro visigótico de Santa Trahamunda, religiosa de esta parroquia, completan la Capilla.

  • Claustro de las Procesiones
Claustro de las Procesiones – Monasterio de San Xoán de Poio

Magnífica obra del s. XVI del aquitecto Ruiz de Pamames del maestro Mateo López. Tiene arcos redondos y bóvedas de crucería que arrancan de ménsulas en forma de mascarones empotradas en los muros. Las figuras labradas en los medallones de las cuatro esquinas del claustro representan a San Juan Bautista, San Juan Evangelista, Santiago y San Benito.

En el centro del claustro, y rodeada de camelios, se asienta la fuente barroca, cuya forma recuerda a la popular fuente de la Ferrería de Pontevedra. El agua, potable y muy rica, llega a ella desde el monte Castrove a través de una tubería de piedra.

Bajo el embaldosado – del año 1612 – está enterrado, entre otros frailes de reconocido prestigio, el gran poeta Antonio Rey Soto.

  • Antiguo Refectorio

En el Claustro de las Procesiones, e inmediatamente después del precioso arco carpanel que da acceso a la escalera que conduce al claustro alto, está situada la puerta que nos introduce en el refectorio que utilizaron los monjes durante un largo período. Hubo aquí una sillería del año 1580, obra del entallador Pedro Fernández, lamentablemente desaparecida durante el tiempo de la exclaustración (1835).

  • Escalera de Honor

Desde el Claustro de las Procesiones también se accede, a través de una puerta de cristal, a la Escalera principal, obra barroca del S.XVIII. Fue construida en tiempo del P.Feijóo, siendo abab del monasterio el Padre Salcedo. Sin estribos y sin arcos, la escalera es de atrevida grandiosidad.

  • Claustro del Crucero
Galería del Claustro del Crucero – Monasterio de San Xoán Poio.

Por una pequeña puerta que se abre en el muro del Hall de la Escalera, se entra en el Claustro del Crucero, construido en el año 1747, siendo abad Fray Mauro Salcedo.

Pese a su traza sencilla, es actualmente la dependencia monacal más visitada gracias al monumental mosaico «El camino de Santiago» obra del artista checo Antonine Machourek (1913-1991), fundador de la Escuela de Mosaicos del Monasterio de Poio, y realización de los alumnos de la misma bajo la dirección del padre Laureano G. San Millán.

De grandes proporciones, este Mosaico – que ocupa la totalidad de los muros del Claustro – plasma con admirable maestría algunas escenas tradicionales de la historia del Camino, así como sus monumentos más importantes.

Sin duda un monasterio al servicio de la espiritualidad y de la cultura.

Galicia, mucho por conocer, mucho por disfrutar, mucho por vivir… Galicia no te dejará indiferente.

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